martes, 5 de junio de 2012

Carta para tu presencia

Siempre te tengo presente, aunque florezcas fuera de mí, aunque lo infinito asuma que no debe de ser así, no hay paredes que te detengan en mi eterno pensar, no hay silencio que pueda callar mi sed para dibujarte en un poema, no hay confusión que cubra tu cielo y mi andar, no hay imagen que oscurezca la tuya jamás, no hay tierno sonido que se iguale si quiera un poco a tu hablar, no hay mar que se compare a tu mirar, no habrá un sueño que me estremezca más que la melodía en tu expresión, no habrá nadie que me diga que no te deba soñar o anhelar, porque te tengo presente siempre, presente en mi soledad y mi corazón...

jueves, 5 de enero de 2012

IV

Soy un zorro en tu madriguera
plateado, nervioso, cavando, pausadamente, como un columpio tenso en tu cuerpo
Soy un zorro negro en tu día blanco, en tu noche.
Zorra y zorro que se evaden y se entregan
a mordiscos, arañazos, rabiosamente, tendida, levantada, olorosa
como un desierto por donde voy con abundancia, por tu huerto de carne, tu fruta pelada, como un plátano en tu boca
que absorbes y miras como galaxias
que se incrustan en tu vientre
clavo y clavo, comiente, simiente, leche y barro
revuelto zorro ardido de metal penetrado en ti tanto
que al final acabo tuerto, triste y pútreo

(del Poemario Erótika de Klase, del genial Domingo Ramos)

domingo, 11 de diciembre de 2011

Mapa de nocturnidad

Mis huellas delinean del sabor a tus arenas
deslizándose al jardín de tu canto
arando con olas tus verdades
como lo sueños en que nadan nuestros hijos
como la noche embiste las orquídeas
y con sutiles brisas levantamos las persianas
ahí la luna flamea sus banderas
y el paisaje del primer temblor sembró mi paz.



Cuántos lagos más esparciremos
mis sábanas…mis linderos…yo…
para que le des brillo a nuestras noches
mientras te mezo entre tus aullidos.

viernes, 25 de noviembre de 2011

El amor

El amor no solo es bello, bueno, perfecto, delicado y admirable, como se le imagina, también es rugoso, aspero y duro. Lleno de valentía y ganas de vivir. Es un cazador fabuloso. Hay que saber también que es un mago, que le apasiona pensar, que tiene mente de filósofo, ya que la sabiduría es una de las cosas más grande y más bellas . En el mismo día puede rebosar vida y después morir. El amor puede conquistarlo todo y consumirlo todo. El amor es por naturaleza, únicamente el amor por lo bello. El amor no es más que el enamorado, es la aspiración absoluta, impaciente y ávida por lo bello. Toda aspiración al bien merecería el apelativo de amor, que es el deseo vehemente, imperioso, fuerte, seductor, la mitad por la que fueron separadas y la nostalgia del todo que formaban...

miércoles, 19 de octubre de 2011

arrollidado, suplicante, cargando todo el sufrir y tu temor, trato de ser esa viga contrita que aún te siga atando a nosotros, hermana amada...

viernes, 14 de octubre de 2011

Una visión particular sobre Los Ríos Profundos...



Como se sabe, el texto Los Ríos Profundos trata de generar desde una macrovisión, básicamente dos puntos medulares, por un lado, el texto forma una especia de lengua o idioma paralelo, - considerémosle como un lenguaje o para ser más exactos, discurso- que no implica necesariamente situarse en una posición secundaria o pasiva, en relación a lo actante, sino más bien, en el mismo plano y en la misma consideración con el lenguaje hegemónico, como lo es el occidental o castellano, de esta forma, usando la lógica estructural del castellano, trata de imitar los sonidos de las voces quechuas; por otro lado, el texto al pertenecer al canon de la literatura latinoamericana, busca romper el sistema hegemónico planteado por lo occidental, para que esta vez, posea una enfoque distinto y también valedero como lo es el mundo andino o quechua.


Además, el argumento de la novela nos indica o revela, un regreso al universo primigenio, en el caso del padre de Ernesto, y también un contraste en el mundo imaginado o representado por el hijo, gracias a las referencias sobre tal por parte de su padre y así éste pueda constatarlo con la realidad más palpable, entre lo que imagina/añora y la realidad tal cual es.
Un ejemplo claro se da en la siguiente canción o desde un punto de vista personal, considerémoslo más bien como un poema:



¡No te olvides, mi pequeño, no te olvides!
Cerro blanco hazlo volver;
Agua de la montaña, manantial de la pampa
Que nunca muera de sed.
Halcón, cárgalo en tus alas y hazlo volver.
Inmensa nieve, padre de la nieve, no lo hieras en el camino.
Mal viento, no lo toques.
Lluvia de la tormenta, no lo alcances.
¡No, precipicio, atroz precipicio, no lo sorprendas!
¡Hijo mío, has de volver, has de volver!



Como vemos, la canción o poema no indica, explícitamente, esa necesidad, hasta imperiosa, de regresar al punto de origen, en este caso lo andino, y cómo es que se valen de dos elementos claros y elusivos de dicho mundo, como lo es el cerro y el manantial de una montaña, considerando asimismo, que para el mundo andino o quechua, el cerro es considerado una deidad, es decir, su Apu; y la referencia que hace sobre lo cristalino en las aguas de sus montañas, nos dan otro indicador de la carga positiva y hasta óptima que se desprende de este cosmos.


Pero a su vez, en las siguientes líneas, le da una carga ambivalente a otros elementos, no exclusivos necesariamente con lo andino, como lo son el halcón, el viento o la lluvia, que podrían generarle algún tipo de dolencia o daño, pero que por alguna razón que no se especifica, pero en forma tácita se infiere, que estos personajes por provenir o derivar de naturaleza andina, ésta es una razón más que suficiente para tener en cuenta o concederles una preferencia en el trato.

martes, 11 de octubre de 2011

PETICIONES

para mi dama D.S.


porque si hay algo bueno en mi, definitivamente eres tú...



Toma mis manos para que cuiden
la esbeltez de tus huellas,
y mis días para que naden
hacia la alcoba trisada de tu piel,
también mi futuro, dale brillo con tu aroma
y obséquiaselo a tu mirar
para seguir atado a tu sonrisa.



Además, tómame de bruces y a mis suspiros,
danza junto a mis promesas
en la constelación de tu mar.



Al mismo tiempo, coge cada hoja de mi playa,
pintemos la ruta de aullidos,
para mecernos en la mata de nuestro pacto