jueves, 12 de febrero de 2009

Habían pasado 5 años de no menstruar pero lo más extraño era tener leche en las mamas cuando sabía perfectamente que se cuidaba sexualmente, los dolores de cabeza estaban por venir y cada vez serían más insoportables, los médicos recomendaron chequeos exhaustivos y una que otra placa, aún así se convirtió en una aplanadora que licuaba sus penas en lágrimas, definitivamente por primera vez sabía qué era el dolor.
De las aplanadoras cefálicas, las placas y los llantos familiares fue directa a cirugía, el doctor encontró algo extraño en la zona ventral así que pidió resonancias, obviamente todos lloraban porque asumieron que seria el tumor que durmió a la abuela y a todas las mujeres de la familia.
Después de dos días le fue informada que no había tumor ni nada de que preocuparse, eso si, había un robusto niño y era mejor juntar dinero porque los bebes ya no vienen con el pan bajo el brazo.
Claudia quedo "out" cuando supo que ya estaba ahí Arian dos meses y él ni avisaba, pero más que nada el hecho que ya le habían pronosticado nunca más podría tener bebes y que lo mejor sería la adopción.
Esto me hace recordar el final de una canción que dice: la luz al final del camino puedes ser tú, buenas noches...