viernes, 23 de septiembre de 2011

Podría decir: Una muralla de hielo se impuso entre nosotros o el tiempo fue evaporando nuestros recuerdos pero hoy, no tengo ganas de adornar mis sentimientos con eufemismos. Es complejo. Y a la vez es simple, tan simple como decir: El día comienza. Me despierto, cumplo las obligaciones adquiridas, veo tv, duermo, abro un libro y de nuevo el mismo ciclo día tras día, igual que el reloj, que sigue corriendo sin atrasarse ni un minuto desde que te fuiste. Llegó la primavera y no extraño tu cuerpo, veo una pareja en el parque y no se me hace un nudo en la garganta, las películas románticas me dan naúseas y las canciones de amor me producen arcadas (tal como era antes de conocerte). Tal vez no adorné mis sentimientos, tal vez los enmascaré de cinismo y tal vez es la única forma de sobrellevar tu ausencia.