domingo, 11 de diciembre de 2011

Mapa de nocturnidad

Mis huellas delinean del sabor a tus arenas
deslizándose al jardín de tu canto
arando con olas tus verdades
como lo sueños en que nadan nuestros hijos
como la noche embiste las orquídeas
y con sutiles brisas levantamos las persianas
ahí la luna flamea sus banderas
y el paisaje del primer temblor sembró mi paz.



Cuántos lagos más esparciremos
mis sábanas…mis linderos…yo…
para que le des brillo a nuestras noches
mientras te mezo entre tus aullidos.

viernes, 25 de noviembre de 2011

El amor

El amor no solo es bello, bueno, perfecto, delicado y admirable, como se le imagina, también es rugoso, aspero y duro. Lleno de valentía y ganas de vivir. Es un cazador fabuloso. Hay que saber también que es un mago, que le apasiona pensar, que tiene mente de filósofo, ya que la sabiduría es una de las cosas más grande y más bellas . En el mismo día puede rebosar vida y después morir. El amor puede conquistarlo todo y consumirlo todo. El amor es por naturaleza, únicamente el amor por lo bello. El amor no es más que el enamorado, es la aspiración absoluta, impaciente y ávida por lo bello. Toda aspiración al bien merecería el apelativo de amor, que es el deseo vehemente, imperioso, fuerte, seductor, la mitad por la que fueron separadas y la nostalgia del todo que formaban...

miércoles, 19 de octubre de 2011

arrollidado, suplicante, cargando todo el sufrir y tu temor, trato de ser esa viga contrita que aún te siga atando a nosotros, hermana amada...

viernes, 14 de octubre de 2011

Una visión particular sobre Los Ríos Profundos...



Como se sabe, el texto Los Ríos Profundos trata de generar desde una macrovisión, básicamente dos puntos medulares, por un lado, el texto forma una especia de lengua o idioma paralelo, - considerémosle como un lenguaje o para ser más exactos, discurso- que no implica necesariamente situarse en una posición secundaria o pasiva, en relación a lo actante, sino más bien, en el mismo plano y en la misma consideración con el lenguaje hegemónico, como lo es el occidental o castellano, de esta forma, usando la lógica estructural del castellano, trata de imitar los sonidos de las voces quechuas; por otro lado, el texto al pertenecer al canon de la literatura latinoamericana, busca romper el sistema hegemónico planteado por lo occidental, para que esta vez, posea una enfoque distinto y también valedero como lo es el mundo andino o quechua.


Además, el argumento de la novela nos indica o revela, un regreso al universo primigenio, en el caso del padre de Ernesto, y también un contraste en el mundo imaginado o representado por el hijo, gracias a las referencias sobre tal por parte de su padre y así éste pueda constatarlo con la realidad más palpable, entre lo que imagina/añora y la realidad tal cual es.
Un ejemplo claro se da en la siguiente canción o desde un punto de vista personal, considerémoslo más bien como un poema:



¡No te olvides, mi pequeño, no te olvides!
Cerro blanco hazlo volver;
Agua de la montaña, manantial de la pampa
Que nunca muera de sed.
Halcón, cárgalo en tus alas y hazlo volver.
Inmensa nieve, padre de la nieve, no lo hieras en el camino.
Mal viento, no lo toques.
Lluvia de la tormenta, no lo alcances.
¡No, precipicio, atroz precipicio, no lo sorprendas!
¡Hijo mío, has de volver, has de volver!



Como vemos, la canción o poema no indica, explícitamente, esa necesidad, hasta imperiosa, de regresar al punto de origen, en este caso lo andino, y cómo es que se valen de dos elementos claros y elusivos de dicho mundo, como lo es el cerro y el manantial de una montaña, considerando asimismo, que para el mundo andino o quechua, el cerro es considerado una deidad, es decir, su Apu; y la referencia que hace sobre lo cristalino en las aguas de sus montañas, nos dan otro indicador de la carga positiva y hasta óptima que se desprende de este cosmos.


Pero a su vez, en las siguientes líneas, le da una carga ambivalente a otros elementos, no exclusivos necesariamente con lo andino, como lo son el halcón, el viento o la lluvia, que podrían generarle algún tipo de dolencia o daño, pero que por alguna razón que no se especifica, pero en forma tácita se infiere, que estos personajes por provenir o derivar de naturaleza andina, ésta es una razón más que suficiente para tener en cuenta o concederles una preferencia en el trato.

martes, 11 de octubre de 2011

PETICIONES

para mi dama D.S.


porque si hay algo bueno en mi, definitivamente eres tú...



Toma mis manos para que cuiden
la esbeltez de tus huellas,
y mis días para que naden
hacia la alcoba trisada de tu piel,
también mi futuro, dale brillo con tu aroma
y obséquiaselo a tu mirar
para seguir atado a tu sonrisa.



Además, tómame de bruces y a mis suspiros,
danza junto a mis promesas
en la constelación de tu mar.



Al mismo tiempo, coge cada hoja de mi playa,
pintemos la ruta de aullidos,
para mecernos en la mata de nuestro pacto

viernes, 23 de septiembre de 2011

Podría decir: Una muralla de hielo se impuso entre nosotros o el tiempo fue evaporando nuestros recuerdos pero hoy, no tengo ganas de adornar mis sentimientos con eufemismos. Es complejo. Y a la vez es simple, tan simple como decir: El día comienza. Me despierto, cumplo las obligaciones adquiridas, veo tv, duermo, abro un libro y de nuevo el mismo ciclo día tras día, igual que el reloj, que sigue corriendo sin atrasarse ni un minuto desde que te fuiste. Llegó la primavera y no extraño tu cuerpo, veo una pareja en el parque y no se me hace un nudo en la garganta, las películas románticas me dan naúseas y las canciones de amor me producen arcadas (tal como era antes de conocerte). Tal vez no adorné mis sentimientos, tal vez los enmascaré de cinismo y tal vez es la única forma de sobrellevar tu ausencia.

martes, 20 de septiembre de 2011

DESPUÉS DE TANTO SUFRIMIENTO, DE TANTA PENA CARGADA MATANDO VIDAS AJENAS, DE REFLEJARME EN LA NADA, NECIAMENTE AMANEZCO VOLVIÉNDOTE A EXTRAÑAR...

viernes, 9 de septiembre de 2011

NO TE MIRARÉ MÁS ASÍ, IRÉ A BUSCAR LATIDOS ENTRE LAS CAVERNAS DE TU AUSENCIA, SÓLO ME CONCENTRO EN TI MIENTRAS SONRÍO Y EMPUÑO LA PIEDRA PULIDA DE MI CORAZÓN, YA NO MÁS MIRADAS DE ASMA...

sábado, 23 de julio de 2011

Duerme tranquila, Rebeca

Luis Eduardo Reyme Wendell. Duerme Tanquila, Rebeca. Ed. VivirSinEnterarse. Lima, 2007.

El texto construido por una nota introductoria y cinco cuentos más, que en sus cincuenta y ocho páginas, nos hacen ver la necesidad que tiene todo escritor con su arte.

La Nota Introductoria, efectivamente nos da una rápida visión de lo que posteriormente se leerá, pero no solo eso, nos deja además dos cosas, una inmensa curiosidad de saber mucho sobre quién es Arturo Remer, que figura como la fuente para desarrollar las tramas del texto y que dicha nota podría considerarse un micro relato más, dentro de las cinco historias que conforman Duerme tranquila, Rebeca.

En Usted ha hecho lo que ha podido, Mueller; el diálogo está narrado básicamente en primera persona, a manera de retrospectiva, en un lenguaje solemne por uno de los personajes, con varios elementos borgianos clásicos como la biblioteca, el telescopio, el atlas y otros inertes y trascendentales como la soledad y lo atemporal; además de la recurrencia a libros con títulos en latín; los cuales por su temática y forma de narrar me hacen recordar mucho a uno de sus poemas: “Borges y yo”, pero a pesar de todo esto, el texto se desliga rápidamente al final de la historia dándole a uno de los personajes la posibilidad de optar por un destino mediante la muerte, esa cualidad de construir su futuro y determinarlo, ya sea trágico o no, únicamente se le está permitido a lo divino, con lo cual no solo trasciende la condición humana, optimizándolo, sino que al no saber qué es lo que ocurrirá, deja al lector con la posibilidad de ser él quien le dé un posible final y de incluirlo así como un posible co-autor.

Con Préstame tus ojos; encontramos constantemente una imagen bizarra del centro de Lima; además, en un sentido completo y apegado al de la honestidad por la parte masculina y por el otro lado, el relato dibuja perfectamente el arquetipo de la mujer celosa, con sus preguntas y supuestas descarriadas masculinas, también se nota esa necesidad por el estereotipo, que casi al final es revindicado -"será que me has encontrado aquí por la misma razón por la cual ya no vamos al Grill a dónde van los abogaditos hipócritas de mi padre"- y que estratégicamente nos hace entender el por qué del título, con el cual, de manera arbitraria y hasta antojadiza, lo sentí como cuando Yocasta se cercenó la vista al no reconocer la verdad o su realidad.

Definitivamente Duerme tranquila, Rebeca es el texto más emocional de todos aquí reunidos, el cual nos cuenta, tras la muerte de Mariel, cómo es que Alberto trata de proteger a su pequeña, con toda su dulzura irrefrenable; a su vez, no deja de ser melancólico, ya que aún vive atrapado dando brincos entre en el mundo de sus recuerdos y su presente. Hay dos rasgos peculiares existentes aquí; la muerte, que se muestra como la atmosfera de la trama y la verdad, que en este caso está definida como una suerte de conveniencia a favor de Rebeca, debido a su pronta edad. Intuyo que este texto, el cual da el título al libro, está regido en el mismo orden paternal que tiene Alberto, por el hecho de ser el primer texto para el autor y la necesidad de sentirlo ligado o intrínseco.
Para Color noche, sólo basta lo siguiente: "Para no crear confusiones, Leopoldo bautizó a Marilyn la misma noche en que la conoció como "querida", y fue a partir de ese día el único nombre que su corazón se atrevió a cobijar entre latido y latido"

Finalizamos con La agonía de hablar por las noches, el cual consta con tres "pequeños" microrelatos, unidos por la literatura como un fin, donde primero vemos a un romantico trashumante del Atlántico para el Pacífico en busca de su Beatriz, convencido que al acabar su libro de cuentos ella regresará a sus brazos; el segundo usa la literatura como medio terapeútico contra su esquizofrenia y el último cambia su nombre por un escritor muy famoso para enamorar a una muchacha que adora dicha autor. Aparte, vuelve a escena Arturo Remer y hace sentir como que el tiempo es cíclico, donde el inicio y el final de todas las historias se unen por sus espaldas...

Resumiendo, esta entraga nos pone en relieve la noctambulidad del centro de Lima y sus irresistibles recovecos; amores jodidos, intransijentes y demoledores, la literatura como una necesidad vital; celos catatónicos, fóbicos y demás males; melancolías atemporales, avasalladoras, mortales...





miércoles, 20 de julio de 2011

SUPUESTOS SUJETOS ABYECTOS EN "EL SEXTO" DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS

Siempre se ha considerado específicamente a Arguedas como un autor que ofrece una visión de lo andino desde lo adentro o lo más exacto a este mundo, y que esta visión servirá como una lectura correcta para los occidentalizados.

El Sexto1 muestra al lector un mundo carcelario y nos hace partícipe de él, en el recorrido de la lectura, donde el narrador-personaje Gabriel, mediante su narración nos adentra a esta realidad, además posee una función crítica, así no sólo lo muestra sino también juzga el mundo que se está retratando2:

"Es una suerte de viaje por los infiernos terrestres, los más terribles, cuya significación se revela de golpe, en una sola y definitiva intuición. La cárcel se percibe desde el primer momento como un monstruo devorador, que tritura y traga a los hombres. La realidad que más se le acerca es, simbólicamente, la del cementerio3"

El Sexto es un espacio en el que los recluidos supuestamente expían sus culpas cometidas en la sociedad, sin embargo eso no ocurre, debido a que es un mundo autónomo, jerarquizado, que legisla sus propias leyes y normas; y donde los recluidos continúan cometiendo aún sus delitos, cosa común con la realidad carcelaria peruana4 . Lo paradójico aquí, en El Sexto, es que aquellos que configuran el estrato del poder son los que pertenecen a lo subalterno5 o también a lo abyecto6.

Occidente al construir su orden social y jerarquizado, genera la categoría del sujeto, como su centro, la cual esta designada al individuo blanco, varón, heterosexual, casado, disciplinado, trabajador, propietario y dueño de sí mismo. Todos aquellos que no configuren las características anteriores mencionadas, son considerados también como lo abyecto y sin estos, no se podría diferenciar y/o generar la categoría del sujeto.

El Sexto está conformado por tres pisos, en el primero están los criminales más peligroso y los vagos; en el segundo, los delincuentes no avezados; en el tercero, los presos políticos, como los apristas, los comunistas y los que no tienen ninguna ideología, donde es que se encuentra Gabriel7.

Los presos políticos son apáticos cuando se trata de todo aquello que ocurra en la cárcel y con los que en ella viven, y mientras que no se trate con algo que lo vincule con su piso. Su lucha está encaminada, concientizada y arraigada para y por la sociedad. Un recluso político le comenta a Gabriel: “¡Hermano Gabriel; esa es la pelea grande, no está contra las porquerías del sexto!” (136). Esta puede ser una de las razones por la que “Puñalada” (un negro) y el “Rosita” (un homosexual) prácticamente gobiernan la cárcel, disponiendo de todo lo que puede ser vendible.

Como vemos El Sexto nos propone una resemantización8 y un reajuste sobre las reglas de lo convencional o lo natural, y con las que se rige el mundo real o lo fáctico. Así es como lo abyecto o lo subalterno son los que se adjudican el poder y no los sujetos9.

Pero esta cualidad, no hace que se marque nítidamente una fraternidad entre los “marginados”, todo lo contrario, solo algunos son los “cabecillas” y gozan sádicamente con el dolor propinado a otros que no ostentan el poder:

“Puñalada tumbó al japonés junto a los huecos de los wáteres; y cuando vio que ya se hacía, llamó a gritos al pianista. ¡Ven, mierda; ven, huerequeque!” le gritó. Lo arrastró junto al japonés. “¡toca sobre su cuerpo, carajo¡” –le ordenó-. ¡Toca un vals! “Ídolo”. Aunque sea La Cucaracha, “¡toca huerequeque!” lo hizo arrodillar. Y el pianista tocó sobre las costillas del japonés, mientras el desgraciado se ensuciaba. El negro se tapó las narices. “¡toca hasta que acabe!”, gritaba…Puñalada y sus socios se reían."(29)

Como se observa, Puñalada, sádico por naturaleza, se deleita humillando, resemantizando a sus víctimas en animales o seres inertes, cosificándolos10, pero este cuadro no está completo sin sus adeptos que fungen como espectadores, de tal forma corrompen al punto de la deshumanización, dando la impresión de que absolutamente todo puede corroerse, destruirse, enajenarse: “Ese negro gigante es un infierno amargo. Por eso el general lo tiene aquí, contra nosotros y contra la vida…” (115).

Pero este infierno no solo está regentado por el Puñalada, sino también por Rosita, el homosexual, también delincuente cuya ambigua conducta, puede fluctuar fácilmente desde el entonar una triste canción hasta el de cometer un homicidio.

La voz de Rosita nos interrumpió.
Partiré canturreando
Mi poema más triste
Le diré a todo el mundo
Lo que tú me quisiste…

Rosita volvió a cantar. Todo el penal quedó como en silencio.

"A medida que Cámac iba analizando el canto del Rosita, la voz delgada, clara y sentimental del invertido, penetraba en la materia integra del Sexto. “¡Es su flor, su flor verdadera! A nosotros parece también nos toca –siguió diciendo Cámac-. Pero cuando tengamos nuestra propia guitarra, ya no entrará a esta celda. Ya no va a entrar11” (51).

"Es Rosita –me dijo-, es un marica ladrón que vive sola en una celda, frente a nosotros. ¡Es un valiente! Ya la verás. Vive sola. Los asesinos que hay ahí la respetan. Ha cortado fuerte, a muchos. A uno casi lo destripa. Es decidido" (19).

Tanto Rosita como Puñalada, a pesar de situarse dentro del poder, no dejan de seguir siendo percibidos como abyectos o subalternos, es decir, se les niegan la categoría de sujetos o seres humanos, pudiendo relacionánlos con animales, objetos o cosas. Estos personajes desestabilizan, desordenan, pero a la vez atraen y fascinan12.

“No miraba jamás directamente; hacía como los caballos, que por la forma de la cabeza y la inmensidad de los ojos, nos miran por un extremos de ellos. Puñalada era muy alto; en algo influía su estatura, o lo ayudaba, a dar naturalidad a esa manera como premeditada y despectiva de mirar a la gente y como era negro y la córnea de sus ojos estaba algo oscurecida por manchas negruzcas, su mirada parecía adormecida e indiferente. ¡Nadie es asesino como él! Me dijo Cámac, en voz baja. Tenía la facha y la expresión del maleante típico” (21-22).

Aparte de existir una analogía entre Puñalada y el caballo, ligándolo como a una bestia, Cámac resalta la inmunidad emocional del negro, convirtiéndolos así en una cosa o un objeto.

Dentro de El Sexto, también se encuentran los vagos, otros abyectos, que no tienen la relevancia de los dos anteriores mencionados, pero que viven al margen, al extremo y básicamente su función es redefinir a los supuestos sujetos, gracias al poder que obtienen en el penal.

"Pero Puñalada, Rosita y otros grandes del piso de bajo, defecan sobre periódicos, en sus celdas, y mandaban vaciar los paquetes en los huecos con los vagos y aprendices de ladrones que formaban el servicio de cada uno de ellos. Eran los “paqueteros”; otros les llamaban “chasquis”, los correos del Inca". (31)

Los vagos son sobrantes, escorias, descomposición de la descomposición, entes que no valen, y en una escena del texto, Cámac le comenta a Gabriel el por qué de esta existencia:

"La corrupción hierve Lima, porque es caliente; es pueblo grande. La suciedad aumenta cada día, nadie limpia; aquí y en los palacios. ¿Tú crees que junto al Mantaro viviría, habría ese Maraví y esos lamesangres, el Rosita y ese pobre Clavel? Lo hubiéramos matado en su tiempo debido, si hubiera sido. Allá no nacen. El alma no le hace contra su natural sino cuando la suciedad lo amarga. Aquí, en el Sexto, la mugre está afuera; es por eso la pestilencia ,y por el hambre. En los palacios de los señores la mugre es de antiguo, es más por adentro. Vendrá de la ociosidad, de la plata guardada, conseguida a costa de la quemazón de medio mundo, de esta pestilencia que estamos sufriendo". (35)

Como se puede inferir, estos personajes son producidos por la misma capital, en antagonismo al Mantaro, el campo, la sierra; es definido por oposición como limpio y puro, libre de lo abyecto y lo periférico. Donde la culpa de todo esto, no solo se encuentra en la cárcel, también en la desigualdad social y la explotación económica que se centra en la ciudad y que es la que pudre todo.

"El Perú es de fierro. Sobre el fierro hay arena ¿no es cierto? Llega el viento, se lleva la arena y las pajitas; el fierro después brilla fuerte. La arena sucia son los gringos, los gamonales, los capataces y los soplones; los traidores. El viento de la revolución los barrerá. Entonces la mano del obrero y del campesino hará que el Perú brille para siempre, con el alumbrar de la justicia. ¡Caray, entonces sobre las cumbres de nuestros cerros, en el nevado, temblando, la bandera peruana no tendrá igual! ¡La bandera peruana con su llama y su arbolito!" (51).

De esta manera, el capitalismo es señalado como siniestro, nocivo o pernicioso. Así el Sexto es abarca todo el horror y miseria que sucede fuera de él, en la sociedad peruana. Así como el Sexto transforma a los hombres en animales, cosas u objetos; igualmente, el capitalismo nos reduce a la descomposición moral, lo deshumanizado.

Un ejemplo de esta descomposición se da con Clavel, que fue violado por Maraví y posteriormente convertido en su pareja, luego vendido a Puñalada, donde éste último lo prostituyó para el resto de los presidiarios:

"En la puerta de la celda de Clavel se había formado una fila de cinco hombres que parecían servir de pantalla delante de la reja. Un hombre estaba completamente pegado a la reja de la celda. Esperamos. El hombre se separó de la reja, se abrochó el pantalón y se encaminó hacia la escalera.
-Ahora tú antes de que se canse- dijo el que estaba pegado en la puerta de la pared y parecía que mandaba la fila-. ¡Apúrate!
Otro individuo que estaba fuera de la fila, se acercó a la reja.
-¡Ya no! –dijo-, y se retiró al otro muro.
-Anda, rosca, a dormir! ¡Te has aguado! Dijo en voz alta el que mandaba la fila- Así agachado, aguanta poco. Puñalada puede venir y pegarle". (126-127)

Gabriel aterrado le comenta a Cámac:

¡El Clavel, hermano, ahora es una bestia, le han robado la pequeña alma de loco que tenía! ¡Ahora es una bestia, una bestia silenciosa, ya sin sentidos, y está casi enfrente de mi celda! No tendrá ya sosiego, como los sapos que parvadas de niños martirizan, echándoles mazorcas de espinos sobre el cuerpo, hincándoles con palos, cortándoles las patas, regocijándose con la sangre que brota de sus heridas; mientras él se arrastra, cada vez más lentamente, marcando el suelo con la baba que cae de su boca. ¡Hermano Cámac, la noche no va a terminar nunca! (128).

Existe una fuerza extraña, una energía maligna, aduciendo que en el mundo se puede pervertir todo, y que ni Puñalada, ni Rosita, ni el General son quienes lo producen, sino es el Capitalismo, el verdadero responsable, y los otros personajes sólo son sus fantoches, siendo este sistema despótico y deshumanizado, el que se ha apoderado del Perú.

Ni bien cayó preso Gabriel, se percató que el lugar estaba infestado por algo lúgubre, algo que lo atemorizaba e iba colmándolo a medida tenía mayor contacto con la cárcel:

"Nos trasladaron de noche. Pasamos directamente por una puerta, del pabellón de celdas de la Intendencia, al patio del Sexto. Desde lejos pudimos ver, a la luz de los focos eléctricos de la ciudad, la mole de la prisión cuyo fondo apenas iluminado mostraba puentes y muros negros. El patio era inmenso y no tenía luz. A medida que nos aproximábamos, el edificio del Sexto crecía. Íbamos en silencio. Ya a unos veinte pasos empezamos a sentir su fetidez". (17)

Dicha pestilencia no es más que el clima amoral que se vive dentro, como la corrupción, la prepotencia, el abuso sexual de los más débiles e incluso su prostitución, el homosexualismo, la deshonra sistematizada y diaria, etc.; todo esto configura al Sexto y lo vuelve repulsivo y terrible:

"Con la humedad de la noche y el viento, la fetidez del primer piso subía, invadía las celdas, iba a la calle; llegaba a todas partes junto con el ruido de las cucharas que los asesinos del primer piso hacían tocar para marcar el compás de los valses, polkas y pasos dobles. La fetidez ahogaba las celdas aquella noche; llovía". (49)

Una forma de protección que encontró Gabriel ante tanta fetidez fue lo único que en el texto se le antepone como limpio y puro, es decir, su origen andino y mediante éste, en forma constante se torna melancólico, siendo una de las posibilidades por la cual siempre se sintió próximo e identificado con Cámac, también del Ande como él. Al morir este último, Gabriel suelta el siguiente ruego:

"¡Llévame tú, que ya eres todopoderoso, llévame a la orilla de alguno de los ríos grandes de nuestra patria! Al Pampas, al Apurímac o al Mantaro. ¡Yo veré el rio, la luz que juega sobre el remanso, las piedras que resisten el golpe de la corriente, y me purificaré de todo lo que he visto en esta cueva de Lima! Bajo las montañas quemadas por el sol y la helada, nuestros ríos están corriendo ahora entre los bosques de retama. Llévame o haz que piense en nuestros campos sembrados, en nuestros pueblos". (128)

Así es como vemos que Gabriel se siente contaminado y busca irremediablemente la forma de purificarse, por eso huye hacia sus recuerdos de lo andino, personificado en Cámac, sin embargo la llegada de un niño andino lo cambiará drásticamente. Puñalada lo tomó como pertenencia y lo violó, a lo cual Gabriel deja ese estatus de diferente y se mancha tambien con esa fetidez que a todos abarca, deseando únicamente la muerte del negro:

"-Tengo en las entrañas el llanto de ese muchacho, y lo otro, lo otro de lo que ya no se puede hablar. Ustedes tienen una ideología y una disciplina. Yo soy libre. Puedo, si me es posible, degollar a un monstruo. El negro, después que he visto lo que ha hecho, debe morir. Es como aplastar un animal venenoso que se te acerca".(136)

Como se ve nítidamente, Gabriel ha pasado de la acción contemplativa, hacia la del común en la cárcel, que es asesinar:

"Las paredes de esa prisión, su fetidez nauseabunda, ese piso de abajo que los vagos lamen; todo me empuja a procurar la muerte del negro. Será un poco como matar al sexto". (135)

Gabriel ya dejó de ser ese distinto, el puro e inmaculado que entró al Sexto, cuya pestilencia moral, deshumanización y putrefacción llegó también a trastocarlo, a corroerlo. Suficiente era esa sensación, ese sentimiento negro que ahora moraba tambien en él para sentirse identificado ahora con los demás reos y como uno más de ellos. Finalmente, esa miseria, ese odio han triunfado, dándole así razón a la premisa de que todo puede destruirse, podrirse, inclusive lo puro o lo andino.




Pie de Páginas:


1) Todas las citas del presente trabajo corresponden a la edición conmemorativa por el centenario de su nacimiento: Lima, Horizonte, 2011.


2) A diferencia de sus textos anteriores, aquí Arguedas por vez primera se aleja del campo o la provincia para posicionarse en la capital, olvidándose de las descripciones del paisaje andino. Lo que aún mantiene es el carácter autobiográfico y el punto de vista del narrador. Lo novedoso está en relación a lo carcelario, la homosexualidad y los partidos políticos definidos.


3) Cornejo Polar, Antonio. “Los Universos Narrativos de José María Arguedas. Lima, Horizonte, 1997.


4) Cornejo Polar dice: “La realidad carcelaria no solo revela la índole de la vida nacional al ser resultado de ella. También la revela porque El Sexto resulta ser una imagen del Perú. Detrás de sus muros se construye un mundo equivalente al de la nación; allí chocan las razas, las clases sociales, las subculturas que integran (o desintegran) el país; allí se repite, con más ferocidad pero igual naturaleza, la violencia del orden establecido, su verticalidad tiránica solo avalada por la fuerza; allí contienden las ideologías políticas de los partidos; allí, en fin, el hombre explota al hombre; el dinero y el poder emanan de un único centro y regulan toda la vida, una vida que desconoce la libertad y la justicia.


5) El sujeto relacional es construido por la jerarquía y con una real asimetría en el ejercicio del poder. No es entonces un sujeto trascendental ni unitario sino más bien uno desplazado que se involucra con cuestiones de raza, género, nacionalidad, etc.


6) Lo abyecto designa aquí precisamente aquellas zonas invisibles, inhabitables de la vida social que, sin embargo, están densamente pobladas por quienes no gozan de la jerarquía de los sujetos, pero cuya condición de vivir bajo el signo de los invisible es necesaria para circunscribir la esfera de los sujetos. Además, no solo tiene que ver con cuerpos cuyos sexos, géneros y sexualidades están fuera de la norma hegemónica, también alude a cuerpos y vidas que son rechazados por su piel, etnia, raza, religión, cultura, entre otras posibilidades.


7) Curiosamente es el piso más alto, el cual puede ligarse fácilmente con lo hegemónico, además son estos quienes generan una distancia con los reclusos de los demás pisos y se asumen como los únicos indicados para darle el rumbo correcto al progreso que tanto necesita el Perú.



8) Entiéndase aquí el concepto como la capacidad que tiene el hegemónico para quitar el significado primario y configurarle uno nuevo.


9) De forma antojadiza, utilizare el termino “sujeto anfótero” para designar al subalterno como aquel que asume el poder mas no lo direcciona contra el sujeto, propiamente dicho, ya que éste posee ambas cualidades en una especie de mundo carnavalizado.


10) Entiéndase la categoría como el proceso que tiene lo hegemónico para apropiarse o volverlos un elemento de su pertenencia.


11) Como se aprecia Cámac no solo posee una actitud crítica o reflexiva, sino también rechaza la condición homosexual de Rosita.


12) Julia Kristeva dice: “Lo abyecto es entendido como todo aquello que perturba el orden, la identidad, el sistema; es aquello que nos fascina, pero, a la vez, nos causa temor y repele, porque pone en riesgo las fronteras de nuestro universo; es un polo de atracción y repulsión simultánea, que coloca a aquel que está habitado por él, literalmente fuera de sí.

domingo, 3 de julio de 2011

23 de Junio

‎Noche de teatro, tres soñadores perpétuos, la agonía de los cantos, la piel hilvanando al sentir, la voz a punto de humedecer,y tu asusencia calando constantemente mi todo, que te reclama y no te pretende abandonar y hace que nada sepa bien...

lunes, 13 de junio de 2011

Una visión de la mujer, la nación y la deidad según Mácchiavelo en El Archidiablo Belfegor

Las almas que van al infierno entran quejándose, adjudicando que la razón o motivo por el que recibieron tal destino se debe a la mujer, a su esposa, para lo cual Plutón, decide enviar a Belfegor, un demonio de sus dominios para que investigue y convertido en humano, bajo el nombre de Rofrigo, le explique el por qué de tanto barullo en las almas que entran a su reino.


Mácchiavelo asume a la mujer como un castigo y la causa principal por la que el hombre es condenado al infierno: “como las infinitas almas de aquellos míseros mortales que en la desgracia de Dios morían, al ir al infierno, todas o la mayoría se lamentaban casi exclusivamente por haber tomado esposa, lo cual les había conducido a tanta infelicidad”. Considerando el nombre de la esposa (Onesta), ésta no es consecuente con su significado, además uno de los motivos por las que se le imputan en el infierno es por ser abusivas y usufructuar con su poder, por el amor que les profesan sus esposo: “y fue haciéndose cada vez mayor desde que aquella advierta el gran amor que su marido le profesaba; y, segura de poder dominarle en todo a su antojo, le daba órdenes sin piedad o respeto alguno”. El cambio de estatus que posee Onesta también se muestra en su conducta, siendo ésta negativa e hiperbólica: “Justo con la nobleza y la belleza, doña Onesta había llevado a casa de Rodrigo tal soberbia que ni Lucifer tuvo nunca tanta”.


Mácchiavello utiliza como pretexto la necesidad de una esposa, para referirse a Italia y utilizar sus argumentos retóricos para ubicarla en lo alto del estatus y configurar asi su idea de nación: “Rodrigo había partido luego para venir a Italia a tomar mujer en lugares más humanos y más conformes con la vida civilizada y con su ánimo”.


Finalmente, para Mácchiavello, la deida Plutón no es tan poderosa, ya que necesita ayuda de otros personajes de menor rango: “y al no encontrar el modo, os hemos llamado a ello para que aconsejándonos nos ayudéis y seais la razón de que este reino, como en el pasado ha vivido sin infamia, así viva en el porvenir”. Además, utiliza un elemento cristiano y lo inserta en un mundo pagano o politeísta: “al no encontrar a nadie que voluntariamente emprendiera esta empresa, deliberaron que fuera la suerte aquella que lo declarara, ésta cayó sobre Belfegor archidiablo, el cual, por lo anterior, antes de que cayera del cielo, fue arcángel.

viernes, 3 de junio de 2011

LA SEMANA TIENE SIETE MUJERES

Gustavo Rodríguez. La semana tiene siete mujeres. Ed. Planeta. Lima, 2009.



Gustavo Rodríguez (Lima, 1968) es escritor, comunicador y publicista de carrera, ha publicado las novelas La furia de Aquiles y La risa de tu madre, finalista del Premio Herralde. También es autor del libro de relatos Trece mentiras cortas y coautor de ¡Ampay Perú! y ¡Ampay mujer!, dos volúmenes que buscan tumbarse mitos sobre su país y la mujer peruana. Sus ensayos y artículos han sido reunidos en el libro Traducciones Peruanas. La semana tiene siete mujeres es su tercera novela y ha sido considerada entre las diez finalistas del premio Planeta-Casamérica 2009.

“MI AMOR SIGUES VIVO EN MÍ”, como un claro mensaje amoroso de despedida casi imperceptible, Gracia encuentra una tarjeta dentro del bolsillo, en el saco del terno del esposo. En pleno velorio, le pide a una ex pareja de la adolescencia que se haga pasar por periodista y así poder encarar a la amante del fallecido. Éste decide contactarlas e indagar todo sobre la cercanía entre ellas y el finado, para lo cual cada una de ellas recibe como nombre un día de la semana, dependiendo de varios factores, entre los temporales, los de relación, etc. Considerando que solo se llega a investigar a cinco mujeres, exceptuando así como días el Sábado y Domingo.

El texto es interesante ya que se encuentra una gama de arquetipos o personalidades, comenzando con Gracia, una mujer egocéntrica y frívola, que por orgullo muere por saber con quién la engañaron más que el engaño en sí; al ex enamorado que es un ser falocéntrico, cuyo único pensamiento, inicialmente, es poseer a Gracia y después de su faceta periodística, se torna más incondicional, mostrando básicamente ternura; y al difunto esposo o el piurano, cuyas virtudes más resaltantes en texto son las de conquistador, con la peculiaridad de que todas sus amantes son rubias y generalmente de buena posición económica, sin dejar de mencionar las frases que dedicaba a sus conquistas que colindan con lo poético. Lo resaltante es que todos llevan un sobrenombre excepto Gracia y su hermana, Gloria.

Dentro de las páginas encontraremos mucho humor y sarcasmo, que colindan entre lo ácido y lo reflexivo, saltos en los tiempos, de preferencia hacia las etapas nostálgicas, personajes que por lo general los une la marginación tanto social como emocional, la necesidad del racismo como un elemento perpetuador del poder, los diálogos en que se expresan los personas fluctúan entre lo coloquial, por parte de los de menos recursos, hasta lo formal, parte de los pudientes; y finalmente, utiliza hechos históricos verídicos para afianzar su verosimilitud.

miércoles, 4 de mayo de 2011

La música como pasaporte comunal

Leyendo los textos de Arguedas, uno de los tantos tópicos expuestos por él, se da con la música y obviamente al referirnos de la andina, no podemos dejar de asociar la gran cercanía que hay entre la ésta y la siembra o con la cosecha, es más, al hablar de música andina de forma inmediata pensamos en los huaynos, pero a su vez nos es imposible asumir el escuchar un huaynito sin saxofón, guitarra, platillos, por citar algunos instrumentos, a pesar de que éstos sean occidentales.

Cuando hablamos de tecnocumbia o chicha, en definitiva lo asociamos con lo no cultural y con lo marginal, aquello que sólo se encuentra en sociedades cuya manera de vivir y pensar es muy básica e inclusive menor, la ubicamos en un cono, algún asentamiento humano y similares.

Cuando escuchamos a cantantes de habla inglesa, los asociamos a géneros como el hip hop, el pop, el metal, el grunch, el rock, etc y admitimos que esto se da o es escuchada por gente que posiblemente sepa el idioma o en su defecto, pueda reproducirlo sin saberlo y sin equívoco a mala pronunciación, además lo ligamos a gente con mayor nivel adquisitivo o por "desarrollados".

Si ya no es descabellado que en alguna discoteca miraflorina podamos bailar alguna canción del Grupo 5, gritar voz en cuello y piruetas en los pies cuando se trata de Black Eyed Peas, abrazarnos y en coro revivir a Queen, pedir con insistencia a Tongo y su pituca y terminar zapateando al son del pío pío y veamos que dentro somos todas las sangres, todas las razas, todas las "marcas", si es posible eso, entonces por qué tenemos que darle una única identidad a lo que escuchamos y asumir que sólo le pertenece a alguien y a nadie más. Asumiendo que la identidad me da dos conceptos, el de pertenencia (yo pertenezco a un determinado grupo y me eso me diferencia de los demás) y el de legitimidad (el ser reconocido por todos como algo o alguien), por qué estereotipar o asumirle alguna específica categoría a algo tan abstracto como la música, por que no entenderla como un espacio heterogéneo o de intersección para la variedad, asumirla como un pasaporte comunitario, que nos enlaza y nos intercomunica.

Gonzalo Cooper Tello

miércoles, 16 de febrero de 2011

Cuatro Minutos

-Me has pegado.

-Te lo advertí.

-¿Nos ha visto alguien?

-¿Cómo era?

-Distinta.

-Aquí ponen comunista.

-Pues eso.

-No nos ha visto nadie.

-Hannah sabía lo que era el odio y sabia lo que era el amor. La mayoría de la gente se contenta con darse las buenas noches. Hice esa foto tres días antes de que la arrestaran. Una de sus camaradas fue torturada y dio su nombre. Hannah fue condenada a ser decapitada, pero el día de su ejecución, cayó una bomba que destrozo el patíbulo. Así que pensaron en otra cosa

- Crees que para mí es fácil. Que solo tengo que hacer así con los dedos. Por qué te crees que me he quedado aquí sesenta años.

- Por una muerta. Genial. Una lesbiana necrófila. Eres un monstro perverso, señora.

- Cómo te atreves. Cómo te atreves a hablar así. He trabajado durante meses para que todo saliera bien. He soportado tus malos modales, tus faltas de respeto, tus arrebatos. Te he sacado de la cárcel, te he hablado de la única persona que significa algo para mí y tú me pisoteas.

- No era mi intención.

- No sabes lo que es la destrucción, no tienes ni idea. Estas tirando tu talento por el retrete. Cómo es posible.

- Escucha.

- Cállate. A esta mujer la asesinaron. Pese que al contrario que tú, no había hecho nada. A lo mejor ella también tenía un don y lo hubiera dado todo por perfeccionar su talento, sino qué sentido tiene todo esto. Cuál es nuestro deber Jenny Von Loeben. ¿Romperle el cráneo a alguien, perder el tiempo durante años en una celda o reducir el mundo a cenizas? Todos tenemos un maldito deber. Yo no sé cuál ha sido el mío. A lo mejor simplemente el de aguantar. Pero tu deber es tan claro como la luz del día. Tu deber es, y disculpa mi expresión, levantar tu culo perezoso de mi sillón y ponerte en marcha. Tu deber empieza dentro de dos horas, en la Opera Nacional. Ese, Jenny, es tu deber.




domingo, 6 de febrero de 2011

Hamlet

Acabo de ver Hamlet, grandioso texto que lo cogí justamente por la misma película, hace ya varios años y que esta vez me hizo flotar entre sus textos, con el corazón apretado, tratando de correr desbocado, sin rumbo, donde le plasca, retrocediendo sin cesar -el film dura un aproximado de cuatro horas, pero mi afán llegó a extenderlo por un par más-, alocando mi tarde, generalmete apasible en verano y más, si se trata de carnavales, tratando de regalar algo a las escasas personas que aún me leen, -no entiendo por qué su insistencia, pero se agradece siempre- y sin menosprecias tantos diálogos eternos, me quedo con este, esperando que los haga flotar como pasó conmigo...

"Ser o no serlo. He ahí el dilema. ¿Si es más noble para el espíritu, sufrir los dardos y golpes de la insultante fortuna o tomar las armas contra un mar de calamidades y haciéndoles frente, ponerles fin? Morir, dormir, no más. ¡Y con un sueño, dar fin al pescar y a los mil conflictos que son la herencia de la carne¡ Es una consumación a ser deseada con devoción. Morir, dormir, dormir, tal vez soñar. Sí, he ahí el obstáculo. Pues en aquel sueño de muerte, ¿qué sueños podrían venir, habiéndonos librado de este embrollo mortal? He ahí el dilema. Es la reflexión que hace de la vida larga una calamidad. ¿Quién podría tolerar los ultrajes y desdenes del tiempo, la injuria del opresor, la afrenta del soberbio, las congojas del amor desairado, las tardanzas de la ley, las insolencias del poder y las vejaciones que el mérito recibe del indigno, cuando uno podría procurar su propio reposo con un simple puñal? ¿Quién querría llevar tan duras cargas, gemir y sudar, bajo el peso de una vida afanosa, sino fuera por el temor de algo, después de la muerte? Esa ignorada región, cuyos confines no vuelve a traspasar viajero alguno, confunde la voluntad y nos lleva a soportar nuestros males antes que lanzarnos a desconocidos. Así, la consciencia hace de nosotros unos cobardes. Y así, el color sano de la resolución, palidece bajo los toque debilitantes del pensamiento. Y empresas de mayores alientos e importancias, por esa consideración se desvían de su curso y pierden el nombre de acción."

jueves, 3 de febrero de 2011

La Noche Crema y su Nobel




Para alguien que desde hace mas de sesenta años, es hincha de la "U", éste es el más emocionante homenaje que yo pudiera recibir.

Como ustedes, la hinchada de la "U" sabe muy bien, que la "U" es mucho más que un club de fútbol, es un mito, una leyenda, una tradición, una de las más grandes historias que ha escrito el deporte peruano, es un mito que nos ha hecho vibrar a lo largo de los años con sus victorias, que nos ha hecho sufrir con sus derrotas y que nos ha hecho renacer con su garra, con su pundonor, con un nombre tras el cual, un niño peruano de todas las regiones, de todos los sectores, de todas las etnias, tradiciones y creencias, porque la "U" es una de las expresiones más fraternas que tiene el Perú.

Para mí, uno de los recuerdos mas hermosos de mi infancia, es haberme puesto la camiseta de la "U" y defendido sus colores los gratitud, como calichín en un partido, en el Estadio Nacional. No sé si llegué a patear algunas vez la pelota, pero su recuerdo que en mi memoria ha quedado grabada , esta experiencia, como una de las mas ricas e intensas que he vivido.

Les cuento todo esto, para que sepan, hasta que punto estoy, conmovido y agradecido, con esta hermosa medalla de mi club, QUE VIVA LA "U".


Palabras del Premio Nobel de Literatura

Mario Vargas LLosa

Febrero del 2011