jueves, 5 de enero de 2012

IV

Soy un zorro en tu madriguera
plateado, nervioso, cavando, pausadamente, como un columpio tenso en tu cuerpo
Soy un zorro negro en tu día blanco, en tu noche.
Zorra y zorro que se evaden y se entregan
a mordiscos, arañazos, rabiosamente, tendida, levantada, olorosa
como un desierto por donde voy con abundancia, por tu huerto de carne, tu fruta pelada, como un plátano en tu boca
que absorbes y miras como galaxias
que se incrustan en tu vientre
clavo y clavo, comiente, simiente, leche y barro
revuelto zorro ardido de metal penetrado en ti tanto
que al final acabo tuerto, triste y pútreo

(del Poemario Erótika de Klase, del genial Domingo Ramos)