La Calle de “El Olvido”
Hay una clase de teoría y practica
no programada
que se pierde en los recovecos de la vida
algunos la llaman tragedia; yo, el jirón del olvido
tenia 6 años, la expresión inundada y un hoyo en la voz
que quería acercarme al destino de mis padres
ellos pintaron mi cuarto de cielo y en el techo
un ángel que prometía ser mi guarda
me enseñaron a querer ir a la primera misa todos los Domingos
aprender los mil y un rezos por convicción
y que Dios es humano porque no sólo perdona sino comprende
como en toda ley natural vive el “pero”
que viene disfrazado de encantos con promesas
y termina por colgarnos de los cabellos
me llamo “hijo de la calle”
sigo en la idea de una casa con los brazos abiertos y a la vez la incertidumbre
si entenderán que quien le arrebate sus cosas
y lo cambien por el eterno plato de frejoles
puede ser aquel que cantaba con el rumor de tu vientre.
Hay una clase de teoría y practica
no programada
que se pierde en los recovecos de la vida
algunos la llaman tragedia; yo, el jirón del olvido
tenia 6 años, la expresión inundada y un hoyo en la voz
que quería acercarme al destino de mis padres
ellos pintaron mi cuarto de cielo y en el techo
un ángel que prometía ser mi guarda
me enseñaron a querer ir a la primera misa todos los Domingos
aprender los mil y un rezos por convicción
y que Dios es humano porque no sólo perdona sino comprende
como en toda ley natural vive el “pero”
que viene disfrazado de encantos con promesas
y termina por colgarnos de los cabellos
me llamo “hijo de la calle”
sigo en la idea de una casa con los brazos abiertos y a la vez la incertidumbre
si entenderán que quien le arrebate sus cosas
y lo cambien por el eterno plato de frejoles
puede ser aquel que cantaba con el rumor de tu vientre.
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